¿Qué diferencia hay entre un crédito y un préstamo?

Aprende una de las diferencias más importantes de la economía.
Aprende una de las diferencias más importantes de la economía.

En primer lugar vamos con las definiciones de Crédito y Préstamo financiero según el diccionario de la Real Academia Española:

¿Qué es un crédito?

Cantidad de dinero, o cosa equivalente, que alguien debe a una persona o entidad, y que el acreedor tiene derecho de exigir y cobrar.

¿Qué es un préstamo?

Cantidad de dinero que se solicita, generalmente a una institución financiera, con la obligación de devolverlo con un interés.

Diferencias entre crédito y préstamos

La diferencia que encontramos (según estas definiciones) nos indica que cuando solicitamos dinero estamos pidiendo un Préstamo y cuando ya lo tenemos, debemos un Crédito. Bien, no vamos a entrar en valoraciones sobre estas definiciones de la Real Academia Española, simplemente comentar que muchas personas utilizan la palabra crédito o préstamo, para indicar: “dinero que concede una institución financiera (o persona física o empresa privada) y que debemos devolver en unos plazos estipulados con un interés pactado.”

La palabra crédito se utiliza de un modo más genérico en Latinoamérica y, en España es más habitual utilizar la palabra préstamo, crédito se utiliza más para las cuentas de crétido, etc.

Hoy en día practicamente al pedir un préstamo a una entidad financiera o más concretamente a un banco o caja de ahorros, para que nos concedan el mismo debemos demostrar que no lo necesitamos. Me explico rápidamente. Cuando pedimos un préstamo es porque queremos dinero de “inmediato”, pero ello no significa que lo “necesitemos”, puesto que si estamos cobrando un sueldo mensual podemos esperar para ahorrar lo suficiente y no tener que recurrir al préstamo o bien si tenemos bienes (si son inmuebles mejor), podemos vender algún bien y obtener el dinero, si nos encontramos en una de estas condiciones estamos demostrando que no “necesitamos” el dinero, y el banco en este caso es muy posible que nos conceda el crédito. Ahora bien si realmente “necesitamos” dinero, es porque no tenemos fuentes de ingresos actualmente y tampoco tenemos bienes materiales de gran valor… en este caso es prácticamente imposible que el banco o caja nos conceda el préstamo argumentando que no tenemos medios para poder hacer frente a las cuotas pactadas y, tampoco bienes que puedan respaldar la operación. Resumiendo para poder pedir un préstamo necesitamos mínimo tener un trabajo estable y llevar tiempo en el mismo (demostrando estabilidad), a partir de aquí ya podemos intentar nuestra aventura para pedir el préstamo bancario.

Mi primer consejo es pedir el préstamo en primer lugar en la entidad bancaria o caja dónde tengamos una cuenta corriente o de ahorros, es decir nuestro banco de toda la vida, donde nos ingresan o depositamos nuestro sueldo y, donde tenemos diversos productos o servicios vinculados (ej. tarjétas de crédito, domiciliaciones, seguros, etc.) ya que nuestra entidad nos conoce al llevar tiempo en ella y tiene nuestro historial como cliente de la misma, será más fácil negociar con la misma que con otra entidad que no nos conoce en absoluto y, donde tengamos que aportar mucha más documentación para acreditar nuestra “buena disposición” o bien “trayectoria crediticia” y además aportar referencias, etc..

Si estamos buscando la mejor ocpción para un préstamo personal o hipotecario, después de obtener la oferta de nuestra entidad, les comunicaremos que vamos a buscar en otras entidades o financieras para comparar ofertas. Actualmente por internet podemos encontrar una gran variedad de ofertas en productos financieros, podemos empezar por la red antes de acudir a varias sucursales bancarias o cajas para ahorrar tiempo. Podemos utilizar a Google o bien otro buscador y buscar “comparador de préstamos”, o bien si deseamos conocer las condiciones de algunas entidades en particular, buscarlas directamente por internet. Una vez ya tengamos la información de las mejores ofertas es mejor ir directamente a estas entidades, podemos también rellenar todo el formulario por internet ya que es más rápido, pero en este caso no tenemos un tratamiento directo y en persona.

Otro punto muy importante (y más si es un préstamo personal) es: ¿para qué necesitamos el préstamo?, lo mejor es que sea para consumo (ej. un auto, moto, muebles, electrodomésticos, reformas, viajes, etc.), algunas entidades son reacias a conceder créditos si no conocen bien el destino del mismo, sobre todo si no es para consumo (ej. pagar una deuda de un amigo, pagar deudas a la comunidad de vecinos, etc.), es decir no es buena idea pedir un crédito a una entidad bancaria o caja de ahorros argumentando que es para pagar deudas, ya que si tenemos deudas con terceros es un indicador y en consecuencia una pequeña alarma para la entidad de que no somos del todo buenos pagadores ya que tenemos deudas acumuladas, sin importarles el porqué de dichas deudas.

Normalmente las entidades bancarias y cajas permiten un endeudamiento máximo del 35 al 40% de los ingresos netos, es decir que si ya estamos pagando un préstamo o hipoteca y ya estamos cerca de este endeudamiento, difícilmente conseguiremos el crédito.

Para estos casos y para otros dónde no tenemos mucho tiempo trabajando en la empresa o bien acabamos de empezar o simplemente no tenemos ingresos en estos momentos, necesitaremos otro tipo de financiación. Si tenemos una propiedad libre de cargas o con muy poca carga, es posible que alguna entidad nos conceda una pequeña hipoteca sobre la misma o bien podemos buscar una financiera que admita estos casos.